Reseda odorata, un aroma de los perfumes en la Antigua Roma

En 2013, investigadores del Área de Botánica de la Universidad Pablo de Olavide Santiago Martín Bravo y Pedro Jiménez Mejías publicaron un artículo en la  revista especializada Annales Botanici Fennici en el que describieron una nueva especie de planta con flores, Reseda minoica.

La Reseda minoica se distribuye en Creta, Chipre y sur de AnatoliaEsta especie recibe el nombre de la antigua civilización minoica del Mediterráneo oriental, cuya influencia cultural se expandió por las zonas donde esta planta habita: Creta, Chipre y el sur de Turquía.

“Esta especie pertenece al género Reseda de la familia Resedáceas, próxima a las crucíferas -que incluye plantas tan conocidas como la col, la mostaza y el rábano- y crece sobre sustratos calizos en formaciones de matorral cercanas a la costa”, explicó al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) Santiago Martín Bravo. Esta planta se encuadra en la sección Phyteuma del género Reseda, un grupo de taxonomía compleja formado sobre todo por endemismos de distribución restringida a pequeñas áreas del oeste o del este del Mediterráneo, lugares considerados de importancia crítica en la diversificación de la flora mediterránea.

“Hasta ahora esta planta se había venido confundiendo con especies próximas como R. odorataR. orientalis y R. balansae”, añadía el investigador. Reseda minoica se distingue de estas otras especies por su menor número de estambres, el tamaño de las semillas y el color de los pétalos.

Según Pedro Jiménez Mejías, “la importancia de este hallazgo radica en que Reseda minoica es el ancestro materno de una especie cultivada de origen híbrido, Reseda odorata, utilizada desde la época romana por la fragancia de sus flores y cuya aceite se empleó antiguamente en la industria perfumística y cosmética. La localización de una de las piezas de su origen (la especie madre), da información de los mecanismos evolutivos que producen especies que luego son útiles para el hombre”.

En 2013 los científicos consideraron que es una planta “por el momento rara”, que podría merecer protección para que no desapareciera. “Si ello ocurriera, perderíamos parte del patrimonio genético vegetal del Mediterráneo, con la consiguiente pérdida que en uso y oportunidad puede suponer para el ser humano”, asegura Jiménez. En cualquier caso, dado que la especie es de reciente descubrimiento, no se descarta que los botánicos de las zonas donde crece la empiecen a buscar y aparezca en más lugares.
Los cosméticos y perfumes, utilizados por en la Antigua Roma con fines rituales, formaban parte de la vida cotidiana . El uso de maquillaje requería mucho tiempo porque los cosméticos debían volver a aplicarse varias veces al día. Además de las “marcas de diseñador”, también había imitaciones baratas que se vendían a mujeres más pobres. Los perfumes eran muy populares en la Antigua Roma, y eran utilizados tanto por hombres como por mujeres, aunque mayoritariamente por mujeres. De hecho, se usaron tanto que Cicerón afirmó que “el aroma adecuado para una mujer es ninguno en absoluto”. Eran perfumes líquidos, sólidos y ungüentos y se creaban en un proceso de maceración con flores, hierbas, aceite y/o grasas. Los perfumes se frotaban o se vertían sobre el usuario y utilizaban contra diferentes dolencias, como la fiebre e indigestión. Los perfumes también se usaban como desodorante, para ambientar las casas y en los baños termales
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Autor

María C. Ruiz

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