Los aceites perfumados se utilizaron con fines medicinales y terapéuticos en la Antigüedad. Casi todas, por no decir todas, las culturas antiguas reconocieron las propiedades curativas de los aceites perfumados y los incorporaron a las prácticas médicas y espirituales.
El uso de aceites perfumados con fines medicinales se basaba en el conocimiento de que diferentes aceites y aromas tenían propiedades curativas específicas. Estas prácticas formaban parte de los primeros enfoques holísticos de la salud y el bienestar, en los que la salud física y mental estaban estrechamente interconectadas.
Los conocimientos y prácticas antiguos sobre los aceites perfumados representan un aspecto importante del desarrollo histórico de las tradiciones médicas y la aromaterapia. Así, por ejemplo:
La medicina griega y romana: En la antigua Grecia y Roma, los aceites perfumados se usaban profusamente por sus propiedades medicinales. Se aplicaban tópicamente o se utilizaban en baños. Hipócrates documentó el uso de aceites perfumados en el tratamiento de diversas dolencias, por ejemplo, los aceites de lavanda y rosa como calmantes y analgésicos.